viernes, 24 de agosto de 2018

ELmundo de ayer. Stefan Zweig.Resultado de imagen para el mundo del ayer
El autor inicia, como justificación de la obra, exponiendo las diferencias entre las circunstancias históricas en que vivió, anteriores a la primera guerra mundial, y las que se desarrollan al momento de iniciar el libro, durante el apogeo del nacional socialismo. De esta forma da inicio al primer capítulo, en el que aborda los ángulos de la sociedad vienesa, elaborando juicios interpretativos para explicar la esencia de seguridad del espíritu europeo, entre los que se filtran datos relativos a su origen familiar y el idealismo de la época, recurriendo a anécdotas y detalles alusivos a las grandes creaciones artísticas en su natal Viena y la tranquila indiferencia de sus pobladores, debida a una confianza generalizada por las circunstancias de comodidad. Posteriormente expone una detallada descripción del sistema escolar que viviera y que llegase a considerar opresivo, en el que el concepto de la madurez fuera uno de los valores más estimados. Conforme avanza narra los prejuicios ideológicos respecto a la sexualidad, la hipocresía y la proliferación de las manifestaciones antisemitas, hasta terminar su instrucción escolar, durante la que afirma su vocación de escritor. Parte hacia Berlín para iniciar sus estudios universitarios, después de los cuales viaja a Francia. Con un tono trágico inicia la etapa de la visita a París, de la que se lamenta nunca volverá a tener el brillo y el entusiasmo que poseyera antes de la primera guerra. El recorrido de las calles y el encuentro con Rilke y Rodin, son expuestos en la narración como uno de los grandes incentivos de su visita, incluidas sus pericias de corte pintoresco. Concluye su estancia en Francia y parte hacia Inglaterra, donde se encuentra en un ambiente mucho menos cálido, no sin externar la pasión por el trabajo de personajes como W.B. Yeats y William Blake, después de lo cual vuelve a Viena, convertido en un exquisito coleccionista. Terminada ésta época desarrolla el sentimiento de exiliado que lo definiría el resto de su vida, pasando de la India a Estados Unidos, de Centroamérica a África, tras lo cual inicia la detallada narración de la Primera Guerra Mundial, de la cual destacan los esfuerzos de orden por parte de los intelectuales europeos y de él mismo, y la salida de Austria de Carlos I, para culminar con una breve temporada de paz, las primeras alusiones a Adolf Hitler, el desarrollo del nacionalsocialismo y el posterior estallido de la segunda guerra.

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