miércoles, 8 de agosto de 2018

Parte IV: María Trinidad  Mathus Tenorio

Víctima del odio.

 


Cada uno sometió a una de las chicas, hasta que  la inglesa pudo forcejear y huir de su agresor. Mar no pudo hacerlo porque era menuda, frágil y pequeña de estatura, Su amiga huyó a pedir ayuda, salió corriendo y pidió socorro  al primer lugar que encontró,  el velador de un establecimiento privado. Juntos buscaron a Mar sin dar con ella, hasta que la inglesa llegó  al hotel donde se hospedaba, y pidió ayuda para  llamar  a la policía  de Cóbano. 
Se organizó un grupo de búsqueda entre la policía y vecinos de la zona hasta localizar el cuerpo de una mujer inerte, despojada de sus ropas. Las olas del mar eran las únicas que cubrían su desnudez, amenazando con llevárselo de forma indignada por el crimen cometido, reclamándolo como madre doliente. Tuvieron que moverlo para que no lo arrastraran las olas.

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