Estaciones de esperanza.
La
casualidad no es un botón en flor
En el
estanque pálido de nuestros sueños
Se me
hacen miradas de palomas ciegas,
Lagos de
primavera en cementerios desvencijados.
Alamos
fuegos resentidos de espuma
Tan
tranquilamente
Que
escuchamos lagrimas equivocadas,
En
penumbra de cuerpos.
La misma
noche se derrite en voluntades
De tactos
desconocidos.
Así,la
vida perdura en remedios murmullos
Así la
muerte parte la ciudad en mascaras sexuales
Donde la
conquista alaba inevitables rosas de la lujuria.
Así subrayan
sabanas y soles los desnudos
De esta
acostumbrada piel
Que
saludaba sangres ligeras de náufragos fallidos
Así el
amor,
Inerme
tan pronto en labios que se conjugan,
Adelante
nombres habitados por gritos que se responden;
Por
negras figuras que se guardan
En
obedientes estaciones de esperanza.
Me
tiembla la mano de tanto café
Me cuesta
trabajo responder.
El ego inflama el resto de mi ser
El tiempo
retumba de tanto que te espere.
Confesión minuta.
La noche
aprende un dicho
Que
conservan labios silentes
A tu
puerta aguardo yo…
Y con
ella un siglo de desvelo en sombras que se enfrentan
Arenga la
noche por soles descuidados
Resabía
igual vocifero por su día festivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario