viernes, 24 de agosto de 2018

  oh poetry
 
Tus ojos azules no tenían dulzura
La distancia que nos separaba erraba mi mente
En una historia sin escribir, que cambie por histeria.
En un largo silencio que me otorgaste sin merecerlo
Te quedas en ese pedazo de tierra antigua,
cerca de la finisterra de los tiempos inmemoriales.
En la tierra antigua de los campanarios fortificados llena de gentes hoscas
Ya para mi eres ese irremediable silencio agónico.
No obtendrás mas llanto de mi,
 ni mi voz te llegara más con la caricia del viento,
ni veré el cielo nocturno lleno de estrellas errantes como yo, sin hogar,
porque no quiero pensar en ese lugar por donde hoy caminas.
Ni escribiré más tu nombre en ningún lado.
Aveces me pregunto: ¿ En que sitio se te heló el alma?
Porque eres tan incapaz de conseguir tus sueños?
Que horrenda soledad interna te acompaña?
Que deseo se te quebro en la voz, que no pudiste más que mentir
A diestra y siniestra?
Cual ha sido tu instante más amargo?
Quien te cegó los ojos de mar en junio?
Y quien te llorara el día que mueras?
No te temo más. Eres la encarnación de mi derrota.
Me alejo de ti,
para que recuperes tu sardónica esencia.
Despertar
Tomo un trago brillante
Su musical efervescencia  riega la dureza de los muros
Dicho a voces se contenta un
Despertar de espejos
Con la imagen de mi nombre
Contra el vaso
Que divorcio de lo nítido  y lo absurdo
Que prodigio el de la sombra
Acarreada por los pasos
Se desdicen calles apagadas
Guarecida de mi,
escondida en lo abierto
Desmigajo un redoble
 de lamentos en circulo
Nunca se transforma en punto de partida
Jamás una conminación de agua zurcida a la sangre
Se enumeran  nubes rojas,
 pintadas sobre el asfalto.
Nube será también el día
 que sigue aguardando regresos.

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